miércoles, 29 de agosto de 2007

LA NOCHE


La noche, oh amarga locura, fúnebre retrato de una conspiración placentera, un velo uniforme que acentúa los instintos de las masas, una novela tétricamente absurda donde las miradas despiertan a un bazar de monerias y cantos delirantes, oh noche, tu que envenenas con brebajes malditos a todos aquellos deseosos de placer, aquellos que sueñan con caminar en nieblas húmedas, en aparadores coloreados por una locura desenfrenada.

Aquel que disfruta de noche la vida, juega con la rayuela de la existencia, porque ha mirado el lado oscuro de la luna y una vez visualizado el rostro oculto, éste se encamina a tentar todos tus sentidos, a encadenarte a un valle de máscaras, en donde el rey de la máscara de oro, observa atónito los rituales de los iniciados. ¿Cuál es tu máscara? La de sacerdote, de erudito, de sabio, de ermitaño o prefieres la máscara de bufón, de saltimbanqui, de mimo o acaso la de un payaso. Elige un rostro y una identidad y sal de tu hoyo para adentrarte al abismo de la noche.

CARPE NOCTEM diría el LICANTROPO deseoso de víctimas. Haz de la noche tu paraiso, tu fantasía. Adéntrate en el tétrica guarida del lobo, caminando lentamente por los senderos que te conducirán a tu destino momentáneo; una fotografía que estará lista en 5 minutos mientras tu reloj aguarda sereno en la muñeca que se transformará en exclava. El colmilludo sabrá despejarte de dudas si consultas a la luna y el viento te lleve por avenidas iluminadas, sonidos estrambóticos y piernas humectadas, vestidos de terciopelo, mezclilla desalineada, peinados multiformas y bebidas transportantes. Mira aquellos pechos centelleantes, observa esos traseros andantes, mira, porque ellos miran.

Sólo en la oscuridad entre risas, llantos, gemidos y pudores conoceras el engendro que se cosecha cuando el SOL HA MUERTO POR TRILLONESIMA VEZ y el crepúsculo anuncia la llegada de las bestias que yacen escondidas en la penumbra de la inconciencia. La diosa NIX comenzará a palpitar sobre ti hasta llegar a fastidiar tu palidez existencial.

¿Si eres exclavo del día, porque no serlo de la noche?. Vive lo no visto en la colérica marea del día, camuflajea los sentimientos y empieza a entender que las tinieblas se separaron de la luz, cuando la luz dejo de ser la belleza celestial. Dios creo la noche, no sólo para apaciguar el sueño sino para que vivas tus sueños frenéticamente.

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